Si esperas por los demás, nunca llegarás a tu destino

La ilusión y la juventud te hacen creer que necesitas compañía para alcanzar tus sueños. Los miedos refuerzan la idea de que no puedes hacerlo solo. Pero los sueños son tuyos, a nadie más le importan. Crees que todos buscan lo mismo que tú, que la ambición es compartida. No lo es. Cada persona define el éxito de forma distinta. Los amigos desaparecen, igual que lo hicieron tus padres cuando dejaste de necesitar su mano para caminar.

El camino siempre fue solitario. La diferencia es cuánto tardas en aceptarlo.

Las dos soledades

Puedes estar rodeado de gente y sentirte solo, no estás alineado con el momento. 

Puedes estar solo y sentirte acompañado, tienes paz interior.

Trabajar en tus ideas es una labor solitaria, nadie te va a acompañar en la pasión, debes  hacerlo solo, ser capaz de sacarlo adelante sin ayuda. Sin embargo, la necesitarás si quieres llegar lejos. Ser capaz de hacerlo no es igual a que debas hacerlo. Si quieres construir algo grande necesitarás un equipo y deberás aprender a liderarlo mezclando la pasión que tu tienes con la paciencia que ellos necesitan.

La visión no se comparte, se transmite. Haz que tu equipo se sienta seguro, que sientan el producto como suyo. Protégelos, demuestrales lo importantes que son para ti y para el proyecto.

Demuestra que tú puedes hacerlo solo, mientras les susurras al oído que los necesitas.

Necesitas un físico excelente

Emprender es como hacer deporte.

Recuerdo mi verano de los 15 años. Era lo suficientemente mayor para hacer cosas por mi cuenta, pero aún pequeño para hacerlas solo. Convencí a mi mejor amigo para ir al gimnasio. Todo iba bien durante el verano, pero pronto me quedaría solo. Mi perseverancia me hizo conocer a nuevos amigos en el gym, aunque no pasó mucho tiempo hasta que me volví a ver solo.

No es personal, los gimnasios tienen más socios que pagan la cuota y no van que socios activos.

Mejorar tu físico depende exclusivamente de ti. No puedes esperar por un compañero. Nadie se preocupa de que tu salud física mejore, solo te importa a ti.

El progreso empieza cuando aprendes a entrenar solo. El estancamiento llega cuando crees que puedes hacerlo todo tú. Entrenar solo no es la decisión más inteligente. Rodéate de socios que te ayuden en tu empresa: entrenadores personales, clases dirigidas…

Una vez has aprendido a trabajar solo y a utilizar recursos de otras personas, descubres otra realidad. Tu físico no mejora en el gimnasio. Al igual que estar detrás de un ordenador programando no genera dinero, hace falta vender. Ir al gimnasio no produce un buen físico, hace falta alimentarse y descansar bien.

Emprender es como hacer deporte: tu físico no mejora por ir al gimnasio, igual que tu negocio no crece por programar. Lo que marca la diferencia es cómo decides fuera de la sala.

Un día te levantas siendo líder

Trabajar solo potencia tus habilidades, explota tu conocimiento y no te lleva a ningún sitio.

Puedes construir todo lo que te propongas. Internet ha puesto en nuestro teléfono toda la información necesaria para convertirte en la persona que deseas ser. Trabaja duro y conseguirás ser el mejor en tu sector. Esfuerzate y podrás vivir de ello. Pero nunca serás Steve Jobs.

“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y luego decirles lo que tienen que hacer. Contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué hacer.” – Steve Jobs

Tu sacrificio te hará autónomo pero no construirá empresa. No puedes elegir ser un líder, te comportas como uno. No estudias para ser líder, no te preparas haciendo un curso. Un líder se forma en el campo. Un día te levantas y decides que tienes que contratar a alguien, que necesitas financiación, socios. No los convences, no los llamas y les pides que se unan a ti. Los arrastras.

Estoy seguro que alguien detrás de la pantalla está pensando: Jeff Bezos, Elon Musk… ¡no! Ellos empezaron solos, pero no tuvieron éxito solos.

No se trata de buscar, se trata de madurar. Y ocurre sin darte cuenta.

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